Tras la pandemia, la salud emocional tomó gran relevancia considerando los efectos que el encierro y la falta de ritos funerarios afectaron a las personas durante casi dos años.

Cuántas veces habremos hecho y contestado esta pregunta a lo largo de nuestra vida, y en cuántas de ellas nos han contestado o hemos contestado, “Bien gracias, ¿y tú?”. Pero ¿alguna vez te han o has contestado, mal, triste, estresado, harto, infeliz…?

Si bien no vamos por la vida contándole a cada persona que nos pregunta cómo nos sentimos en realidad, ¿Qué tan conscientes somos de cómo nos sentimos? Y si lo somos ¿Qué hacemos para gestionar esas emociones? ¿Cómo lo hacemos?

Desde que tenemos 3 años de vida empezamos a obtener conocimientos que en teoría nos dan las herramientas para, más adelante, tener un oficio o profesión y con ello la oportunidad de lograr un desarrollo profesional que nos brinde un sustento para la vida. Pero ganar dinero, no lo es todo, basta pensar en un día en dónde nos sentimos “desganados”, cansados o sin energía para ir a trabajar ¿cómo es mi desempeño ese día?, o bien, mirándolo del otro lado, ¿cómo transcurre un día laboral cuando me siento feliz? 

Nuestras emociones más una motivación clara son el combustible con el que podemos alcanzar metas y cumplir objetivos. Vale la pena entonces invertir recursos para desarrollar y mantener un saludable estado emocional. 

Responder a las siguientes dos preguntas es el primer paso para accionar:

• ¿Cómo me siento?
• ¿Qué sucede en mi vida que me hace sentir de esta forma?

Si la respuesta es que nos sentimos bien, plenos, entonces todo marcha de forma correcta, pero, si no es así qué estoy haciendo para dar lugar a este sentimiento y cómo puedo mejorar mi salud emocional.

Tras haber identificado que algo debe cambiar para sentirme mejor, el siguiente paso es definir un plan de acción para promover mi bienestar, el objetivo es diferente para cada persona, sin embargo, existe una herramienta base que promueve la salud mental y emocional:

Autocuidado, desarrollarlo implica primero, saber y actuar como el actor principal. A veces pensamos que, si las circunstancias a mi alrededor cambian, mi vida sería diferente, me sentiría mejor y que como lo demás no cambia, mi vida tampoco puede mejorar. Dejarlo en manos ajenas es totalmente inútil porque solo yo tengo la posibilidad de generar cambios que me ayuden a llegar a donde quiero estar. Por lo tanto, definir el tiempo y la forma en que gestiono mis emociones o mi estrés recae en mí, desde destinar el tiempo para el descanso, hasta buscar orientación psicológica.  

Sabemos que no es sencillo, que requiere de esfuerzo emocional, físico y claro, económico, sin embargo, mientras más esperemos, más tardaremos en llegar al lugar donde nos sentiremos cómodos con la vida y listos para seguir avanzando con planes y metas. 

Así que manos a la obra, el 2022 fue un año de reacomodo y reconstrucción, hemos “pasado” un periodo pandémico que nos forzó a realizar muchos ajustes a nivel personal y familiar, este 2023 merece estados emocionales adecuados para que a través de pequeñas metas alcancemos grandes proyectos. 

Les comparto algunas recomendaciones fáciles de ejecutar, propuestas por Dulce Lino de RRHH, ya que este año la meta será, además de muchas otras, promover el bienestar en todos nosotros:

• Descansa cuando tu cuerpo lo pida, el mundo no se va a detener.
• Habla sobre lo que sientes con alguien de tu confianza y pide ayuda cuando lo necesites 
• Haz actividades que te recarguen y no impliquen un gran gasto para ti:
  1. Ve tu película favorita
  2. Camina por un parque
  3. Escucha tu música favorita 
  4. Toma 10 minutos para meditar, vivir el aquí y el ahora

Estudios acerca de la felicidad dicen que despertar cada mañana agradeciendo 3 cosas que ya tenemos nos llena de poder para empezar el día, este 2023 en ANEMEX queremos agradecer por: 

1. Encontrarnos en un momento de tranquilidad (sin bajar la guardia) con respecto a la pandemia.
2. Cada uno de quienes integran este gran equipo, por sus ideas innovadoras y el esfuerzo que han puesto cada día.
3. Tener una meta clara para brindar una asistencia que sume en nuestros clientes cuando enfrentan un momento tan complejo, la pérdida de un ser querido. El talento de todos nosotros nos permite trabajar para alcanzarlo y hacerlo cada vez mejor.