Día de muertos: siete países, siete tradiciones
Desde luces que guían a los muertos en las remotas montañas de la vampírica Transilvania hasta los disfraces terroríficos de los niños pidiendo dulces, el Día de Muertos no es una festividad exclusiva mexicana: cada cultura tiene su propia forma de recordar a los que se han ido.
Aunque México es el país en el que todo el mundo piensa al hablar sobre conmemorar a los que ya no están, existen celebraciones en diversas culturas que celebran a los muertos.
Durante los días 1 y 2 de noviembre en gran parte del planeta los esqueletos abandonan las sepulturas y salen a las calles donde se convierten en una vistosa expresión cultural a lo largo del mundo de los vivos.
Irlanda: los festejos salen a la calle
La creencia general es que la celebración irlandesa de tradición celta llamada Samhain ( fiesta que se celebra el 1 de noviembre y que marca el final de la temporada de cosecha),, es probablemente el origen del Halloween de Estados Unidos que ha traspasado las fronteras convirtiéndose en una tradición conocida mundialmente,
Estos días, en la isla europea las máscaras ocultan el rostro de quienes celebran la fiesta alrededor de las hogueras. La tradición considera que los espíritus de los muertos podían regresar al mundo de los vivos. Durante los festejos se realizan rituales para honrar a los ancestros y se encienden hogueras para ahuyentar a los malos espíritus.
La gastronomía local no podía faltar tampoco en Irlanda y el gran protagonista es el dulce Barmbrack (pan con levadura que lleva pasas y sultanas).
Estados Unidos: Dulce o truco
Halloween, la fiesta del ¡trick or treat!, ha dejado de ser una celebración puramente estadounidense para exportarse prácticamente a todo el globo. En Estados Unidos se celebra en la noche del 31 de octubre, ya que la tradición irlandesa en el origen de esta fiesta afirmaba que esa noche los muertos caminan junto a los vivos. Niños disfrazados de bruja y otros seres del inframundo llaman a la puerta de sus vecinos con calabazas iluminadas buscando dulces para no hacer travesuras.
Haití: los rituales vudú
En Haití, el Día de los Muertos, conocido como Día de los Difuntos o Día de las Almas, es una festividad profundamente relacionada con el vudú, una religión que mezcla elementos africanos, indígenas y católicos.
Los ritos del vudú llegados con los esclavos africanos florecieron antes que en ningún otro lugar del continente americano, siendo los días 1 y 2 de noviembre cuando los celebrantes, envueltos en ropajes rojos y negros y tocados con pañuelos morados, bailan en las calles al ritmo de los tambores durante el Guédé o Festival de los Muertos.
Las procesiones van camino de los cementerios donde las sacerdotisas Mambo bañan cruces de madera en ron para prenderles fuego, mientras los vivos depositan flores, comida o café en las sepulturas de sus familiares.
Durante este tiempo, se cree que el velo entre el mundo de los vivos y el de los muertos se vuelve más delgado, facilitando la comunicación con los espíritus. Esto puede llevar a rituales especiales para buscar orientación o protección. También se llevan a cabo ceremonias en las que los practicantes del vudú invocan a los espíritus (o lwa) para que protejan a los vivos y guíen a los muertos. Estas ceremonias pueden incluir danzas, cantos y toques de tambor, creando un ambiente espiritual.
Filipinas: bebidas y flores en los cementerios
Filipinas, de gran tradición católica, celebra el Día de Difuntos o Undas con auténticos banquetes regados con gran cantidad de bebida en los cementerios, en los que no faltan juegos de naipes y karaokes entre las hogueras.
En algunas regiones, la noche del 1 de noviembre se considera especialmente sagrada, y las familias suelen pasar la noche en los cementerios, iluminando las tumbas con velas y ofreciendo oraciones. En estos dos días festivos se produce una peregrinación de millones de filipinos desde las localidades donde trabajan hacia los cementerios de sus ciudades de origen.
Ecuador: ‘colada morada’
En Ecuador, por ejemplo en la hermosa y colonial Cuenca o en la capital, Quito, los familiares llevan a las tumbas los platos preferidos de los muertos y también la colada morada, una bebida a base de un extracto de maíz negro con frutos rojos. Además, todos hacen acopio de un tipo especial de pan: las guaguas, los bebés en la lengua quechua, que son panes en forma de bebés que se ofrecen a los muertos.
Guatemala: Cometas al cielo
En Guatemala el ritual más extravagante se da en el Festival de los Barriletes Gigantes. Esta tradición originaria de la localidad de Santiago Sacatepéquez consiste en lanzar al aire por la colina próxima a los cementerios esas enormes cometas de colores y diseños diferentes, después de visitar y orar ante las tumbas de los finados.
Los barriletes son cometas enormes que pueden medir varios metros de diámetro. Se fabrican con papel de colores brillantes, madera y otros materiales, y suelen estar decorados con diseños elaborados que representan diversas temáticas, como la muerte, la vida, y elementos de la cultura guatemalteca. Los barriletes simbolizan la comunicación con los espíritus de los difuntos y se cree que al elevarse al cielo, llevan mensajes a los ancestros.
Los artesanos y comunidades se preparan durante meses para construir estos barriletes. La competencia consiste en hacerlos volar, y se juzga tanto por su tamaño como por su diseño artístico. Son los niños los encargados de sostener los barriletes hasta que se sueltan al viento.
El festival es una expresión de la rica cultura guatemalteca y ha sido reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Rumanía: las sepulturas se adornan con flores
Rumanía no celebra en todas las localidades su Día de los Difuntos en estos primeros días de noviembre, pero sí lo hace en la región que más asociamos a los muertos vivientes: la montañosa Transilvania, cuna por excelencia de las leyendas de los vampiros.
En los bonitos cementerios de localidades como Sighişoara y Bistriţa las sepulturas se adornan con flores. Pero algo que diferencia el rito del resto de celebraciones en otros países es que se suelen encender velas también por los muertos desconocidos.
Las velas son un símbolo importante durante el Día de Muertos en Rumanía. Encender velas en las tumbas es una forma de honrar a los difuntos y se cree que las luces guían las almas en su camino.
Además, los pobladores se reúnen ante las tumbas de sus familiares para escuchar sus historias, un modo de evitar que caigan en el olvido, y también se reparten dulces y comida a todo aquel que haya acudido al cementerio.
El Día de Muertos es una ocasión para recordar y honrar a los seres queridos, así como para reflexionar sobre la vida y la muerte. Estas celebraciones permiten mantener viva la memoria de sus ancestros y fortalecer los lazos familiares y comunitarios. En Anemex buscamos mantener vivas las tradiciones de cada uno de nuestros afiliados.
¿Conoces alguna otra celebración de Día de Muertos? ¿Tú cómo celebras estas festividades?
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