Integrando el Manejo del Estrés, Contención Emocional y Protocolo de Duelo
En el muy globalizado y dinámico escenario laboral actual, el bienestar emocional de nuestros empleados se ha convertido en un aspecto fundamental para la productividad y el éxito de las organizaciones. Por eso surgió la NOM-035, diseñada para identificar, prevenir y abordar los factores de riesgo que afectan el desarrollo psicosocial de los colaboradores en el trabajo, lo que permite brindar un entorno laboral mucho más saludable.
Más allá del mero cumplimiento normativo; la norma implica un compromiso de las organizaciones con el cuidado integral de los empleados, que son la pieza fundamental de nuestra fuerza laboral.
Uno de los pilares fundamentales que maneja la norma para garantizar el bienestar emocional de los empleados es el manejo del estrés. Pero ¿por qué es tan relevante este aspecto? La gestión del estrés no solo reduce el riesgo de problemas de salud mental, sino que también mejora la concentración, la toma de decisiones y la eficiencia de las personas en el trabajo. Por tanto, al proporcionar a nuestros empleados herramientas para manejar el estrés, fortalecemos el tejido emocional de nuestra organización.
La contención emocional es vital en el entorno laboral, ya que, al reconocer y validar las emociones de nuestros empleados, se crea un ambiente de confianza y apoyo mutuo, lo que fortalece las relaciones entre colaboradores y con los líderes, surgiendo la empatía empresarial, además de fomentar el trabajo colaborativo y proteger la salud mental de nuestros equipos.
Un aspecto que las empresas solían olvidar y se contempla en la norma, es la importancia de contar con un protocolo de duelo. Según estudios, una persona en proceso de duelo puede experimentar una disminución del rendimiento laboral de hasta un 20%. Este impacto no solo se traduce en pérdidas económicas para la empresa, sino que también afecta la moral y el bienestar general del equipo.
El duelo es una experiencia universal y natural, y su impacto en el bienestar de los empleados no debe tomarse a la ligera, ya que suele tener efectos significativos en el desempeño de nuestros colaboradores, así como en su salud mental. Al ofrecer un protocolo de duelo compasivo y estructurado, no solo acompañamos y facilitamos el proceso de sanación de nuestro personal, sino que les brindamos una sensación de “cobijo” por parte de la empresa, lo que les da un sentido de pertenencia y se transforma en un sentido de lealtad hacia la misma.
Aquí entra en juego el concepto de salario emocional: al invertir en el bienestar emocional de los empleados, no solo estamos cumpliendo con nuestra responsabilidad como empleadores, sino que también estamos asegurando un retorno significativo en términos de productividad y satisfacción laboral. Un empleado que se siente valorado, apoyado y cuidado emocionalmente es más comprometido, creativo y resiliente en su trabajo.
En resumen, aunque cumplir con la NOM-035 implica cumplir con requisitos legales, también representa una oportunidad para cultivar un entorno laboral saludable y productivo que nos beneficia a las organizaciones a mediano y largo plazo. Al integrar el manejo del estrés, la contención emocional y el protocolo de duelo, estamos sentando las bases para un futuro laboral más humano y próspero.